sábado, 28 de noviembre de 2015

Nuevas escuelas: Olba

Vistas del precioso cañón del río Mijares donde se encuentran los sectores

Un mes después vuelvo a salir a escalar. En medio un par de carreras, Behobia y Ordesa, y una pequeña lesión muscular que me ha impedido entrenar en 3 semanas. Con estos condicionantes nada bueno se podía esperar y así ha sido. Pero la falta de encadenes se ha visto compensada por la visita a una nueva zona de escalada en Teruel de la que no conocía nada, ni siquiera su existencia y que me ha encantado: Olba. Un lugar tranquilo, un bonito paisaje y una roca estupenda acribillada de agujeros: nada más agarrarme a la primera presa ya me ha empezado a a gustar, tal y como Tono me había prometido. ¡Anda que no sabe de mis gustos! Una escalada intuitiva y disfrutona, generosa de cazos.
Lástima que los antebrazos no han acompañado. En vez de destrozarlos en 7os hoy ha tocado machacarlos en 6os, es lo que hay. Hoy no he podido pasar del 6b, los 7os tendrán que esperar. 
Y lástima que nos pille tan lejos, 2h y alrededor de 200 km de autovía. No es para ir todos los findes, pero seguro que volveremos de vez en cuando. Un sitio así no se puede dejar de visitar.
Para llegar a él hemos cogido la autovía a Valencia hasta la salida 73 a la altura de la Venta del Aire hacia el pueblo de Olba, primero por la N.234, pero en seguida nos desviamos hacia la TE-V-2001. A mitad de camino, nada más cruzar un puente sobre el río Mijares hay que coger un desvío a mano derecha siguiendo una señal hacia El casucho a través de una corta pista, al principio en mal estado, hasta el párking. Una senda a pocos metros de la cadena nos lleva a los distintos sectores.

Sector Esquina española, dentro de El casucho
En esta web podéis encontrar reseñas de todos sus sectores.

Tono en la megaestupenda Rosa real, 6a+ 
Tono consiguió llevarse a casa los deberes, Friedrichshain, 6b+ 
El abuelo en la rica rica Vía de ampolletes, 6b 
El último apretón antes de llegar a la reunión 
Foto finish gentileza de una cordada de Teruel

lunes, 16 de noviembre de 2015

Vuelta y revuelta

Amanecer sobre el Tozal del Mallo

Este domingo pasado realicé junto con Jorge una visita exprés a Ordesa para realizar una megaruta que Jorge tenía metida entre ceja y ceja desde hacía meses: salir de la pradera de Ordesa, subir por la senda de los cazadores, recorrer la faja de Pelay, subir al refugio de Goriz, entrar en la faja de las flores y bajar por el circo de Carriata hasta la pradera de nuevo. En el día y corriendo todo lo que se pudiera, que en mi caso fueron sólo tres tramos: la faja de Pelay, la faja de las flores y la bajada por el circo de Carriata.
Tenía claro que mientras para Jorge iba a ser una jornada de placer, para mi iba a ser un reto del que no sabía cómo iba a terminar y que el placer se iba a reducir únicamente a la faja de Pelay, en ligera cuesta abajo y con las piernas aún enteras. Mi natural pesimismo en cuanto a mis capacidades deportivas se vio acentuado aún más tras las desastrosas sensaciones cosechadas en mi última participación en la carrera Behobia-San Sebastián el finde anterior. Me pasé todo el recorrido haciendo de la conocida sentencia latina Carpe diem una máxima, disfrutando cada momento de los vivos colores de la hojarasca húmeda, del frío helador de la mañana, de la sensación de soledad en un paisaje de normal tan bullicioso, de la rápida sucesión de paisajes, de la tópica inmensidad de las montañas, esperando, resignado, que a la vuelta de cualquier recodo, a la salida de cualquier repecho apareciera el hombre del mazo y me petrificara las piernas. Cosa, que para mi sorpresa, no sucedió. El buen hombre del mazo debía estar de vacaciones y me permitió terminar con dignidad mi 3ª gran ruta en Pirineos este año, las anteriores fueron la vuelta al Vignemale y la vuelta al Aneto, y la primera que realizo en parte corriendo. Y así pasé, de un domingo para otro, del más absoluto decaimiento al mayor subidón que las agujetas me permiten sentir. Una montaña rusa de emociones que conozco tan bien dentro de la escalada.
A Jorge le debo el haber podido realizar esta preciosa actividad, no sólo porque fue él quién ideó el recorrido, sino porque también me estuvo animando durante todo su desarrollo tratando de eliminar mi negativismo innato.
La jornada sólo tuvo un pero: llegamos demasiado tarde para ver el otoño.
Imagen tomada de wikiloc del recorrido grabado por Jorge

Datos de la actividad:
fecha: 15 de noviembre
participantes: Jorge y el agüelo
distancia: 28 km
desnivel acumulado: 1800 m
tiempo total (incluidos descansos): 7h10' (al comprobar el tiempo no puedo evitar una sonrisa de satisfacción e incredulidad ya que es prácticamente el mismo tiempo que tardé hace 5 años en realizar únicamente la parte de la faja de las flores)

 Heladora mañana en la blanca pradera de Ordesa a las 8 de la mañana
 Primer hito del recorrido conseguido: senda de los cazadores en 55 minutos
(ya no sentíamos tanto el frío)
 Vistas desde el mirador de Calcilarruego: cierco de Cotatuero...

... y Libro abierto con la faja de las Flores por encima 
La Faja de Pelay no resultó ser tan disfrute porque la senda de los cazadores 
ya nos había dejado las piernas tocadillas y cualquier repecho dolía
 Aparición de Monte Perdido
Cola de caballo a las 10 de la mañana 
 Subida al refugio de Goriz
Refugio de Goriz, 2200 m y todavía no eran ni las 11 
 Jorge en el interior del refugio...
 ... y los dos en la puerta de entrada
Vistas del refugio desde la dura subida inicial al Cuello de Millaris,
las piernas repicaban ya sin cesar, pero el hombre del mazo no respondía a la llamada
(al fondo Sierra Custodia y el final del Valle de Ordesa)
Cuello de Millaris, 2457 m, al fondo el Pico del Descargador,
en vez de llegar a su collado giramos a la izquierda, siguiendo hitos todo el tiempo, para dirigirnos al Circo de Cotatuero...
... y antes de llegar a él giramos a la derecha por esta loma herbosa 
que termina en un laberinto kárstico que nos entretuvo más de hora y media
(al fondo a la izquierda) se ve el inicio de la Faja de las flores)
Por fin en el inicio de la faja, tras 5 horas en las piernas, 
con la brecha de Rolando al fondo
Disfrutando de una de las mejores vistas de Ordesa, 
el circo de Cotatuero desde el inicio de la faja
 Las impresionantes paredes de la Fraucata
Y la espectacular Faja de las flores, al comienzo... 
 ... con el Tozal del Mallo de fondo...
... y en parte final 
 Jorge en las clavijas de Carriata
 Circo de Carriata con el Tozal
 Mágicos colores de otoño

lunes, 9 de noviembre de 2015

Tachando deberes en Vadiello

 Vistas del desfiladero de Vadiello

Voy hacia atrás en mi lista de entradas pendientes. Esta es del domingo 25 de octubre.
El plan inicial era ir a Rodellar con Abel (El espía en Morata tendrá que esperar), pero al final se nos unió Pedro y dado que él tenía que volver pronto a Zaragoza cambiamos a un destino más cercano, Vadiello. En la Pared del muerto tengo deberes a saco, así que no me importó lo más mínimo el cambio. De hecho la fortuna se alió conmigo esta vez y pude tachar una vía pendiente desde hace años, New order, 6c+. Un viote con un comienzo desplomado y una segunda parte con una placa traicionera para los petados antebrazos. ¡Ya me gustaría tachar deberes todos los días!!!

Pedro calentando en Epi y Blas, 6a+
Abel en el bloque del comienzo de New Order,
se lo dejo tan matizado que este finde ya se ha fusilado la vía
Casi me olvido de la fotofinish!!!

Retropegues en la Behobia-San Sebastián

Río Bidasoa frontera entre España Y Francia,
al fondo a la izquierda se aprecia el pueblo de Behobia, donde comienza todo

Ayer acudí un año más a la cita con esta grandísima carrera y ya van tres. Esta vez es una experiencia totalmente distinta porque voy solo y porque el veranito de San Martín ha convertido una jornada de normal fría y lluviosa en un caluroso día veraniego, salimos con más de 21ºC y yo terminé casi a 27ºC, lo que termina por pasar factura, desgraciadamente, a varios corredores en forma de golpes de calor que dejan un doloroso balance de un muerto y cuatro corredores ingresados en la UCI. 
A mí las altas temperaturas únicamente me dejaron un pobre resultado de casi dos horas de carrera y un sufrimiento que empezó en el kilómetro 8 y se hizo extremo en el comienzo del alto de Miracruz, a falta de 4 kilómetros para meta. Mis piernas cada año petan antes y cada año termino peor (2013: 1h41'; 2014: 1h43'; 2015: 1h57'; 2016?). La única ventaja de ir tan machacado es que das más pena y la gente te anima más que a los corredores que están en mejor forma y no paraban de pasarme. Este ambiente especial que crean los espectadores que abarrotan los 20 kilómetros del recorrido y que no dejan de animar tanto a los machas que ganan como a los mataos que pasamos horas después es lo que me hace repetir cada año (aunque cuando estoy en los últimos kilómetros y ni siquiera de bajada puedo correr ya, no pare de preguntarme por qué me tengo que meter yo en estos follones).
Ahora que las piernas han dejado de doler ya puedo empezar a pensar en repetir el año que viene.

Los miles de corredores que abarrotan la salida ya te pone los pelos de punta
10:41 mi hora de salida
13:30 dos horas después de dolor de piernas y de un agradable y soleado paseo 
hasta el párking de Loiola desde donde había cogido el tren 
a primera hora de la mañana.